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Hablar del futuro de la Universidad Tecnológica es hablar de la Universidad del futuro sin que esto sea un mero juego de palabras.
Vista así, la universidad es una institución inspiradora, provocadora, abierta al entorno y al mundo y, necesariamente, disruptiva. No es solo quien forma, genera conocimientos y los difunde, sino una verdadera usina de construcción de mejor ciudadanía. Tan importante como contribuir a la formación de futuros profesionales será entonces que ellos sean capaces de insertarse con éxito en un momento y contexto histórico en el que los avances tecnológicos, la globalización, la problemática ambiental y el desarrollo sustentable, el envejecimiento poblacional, género y una larga lista de factores, constituyen un gran desafío.
Las universidades son instituciones complejas, tensionadas permanentemente entre sus propios actores, sus legítimos intereses, sus expectativas y su imaginario, que se entrelazan con lo que la sociedad, los estados y muy diferentes colectivos reclaman de ellas. Por esto, la universidad del mañana parece ser más una institución de reflexión y construcción social que tan solo un lugar donde transcurren los procesos de enseñanza y aprendizaje.
La capacidad de UTEC de acompañar y además de anticiparse al crecimiento exponencial del conocimiento globalizado, está en su génesis: incorporar las nuevas formas de aprendizaje en sus modelos educativos y en los diseños curriculares. Una muestra de ello es la oferta de entrenamientos intensivos (bootcamps) y propuestas de formación continua que se consolidaron en 2022 y que la Universidad seguirá desarrollando.
Mientras el conocimiento total acumulado en el mundo se duplica cada dos años, aquellas instituciones educativas que no sean capaces de incorporarlos, quedarán obsoletas. La Universidad Tecnológica define en su misión y visión esta premisa. Así lo ha hecho, llevando ofertas educativas de alta calidad a todo el interior de Uruguay, instrumentada en los tiempos que requiere la modernidad en la que se mueve. Original, innovadora, priorizando la equidad y, lo más importante, con objetivos, metas e indicadores -como los publicados en esta memoria- que permiten monitorear y ajustar permanentemente sus actividades y su impacto, así crece la Universidad.
UTEC nació como una universidad abierta, en la que estudiantes, docentes y personal técnico y de apoyo no solo ven su entorno, sino que miran al mundo. La capacidad de adaptación permanente, la flexibilidad de su modelo educativo, su diseño institucional inteligente y funcional a sus cometidos, sus políticas territoriales adaptativas y su estrategia globalizadora, son garantes de su futuro.
El conocimiento es el bien público más importante de cualquier nación. La Universidad Tecnológica será en los próximos años una institución que garantice su adquisición por parte de todos sus ciudadanos y ciudadanas -y lo más destacable- que lo transforme en valor.
Mayor presencia en territorio: con la consolidación del Instituto Tecnológico Regional Este en la ex terminal de la ciudad de Minas, Lavalleja y con la inauguración de la sede de Melo, Cerro Largo.
Aumento de la oferta de formaciones cortas, estrechamente vinculadas a las demandas del mercado laboral.
Mayor apoyo a la investigación en el interior y para el interior, con equipos radicados en territorio y equipamiento y tecnología para continuar apoyando los desafíos país del sector productivo.